Tengo que reconocer que no se me da bien lo de las fechas especiales, recordar todo el tiempo, el día de san Valentín, el día de la mujer, el día de los inocentes, el día del trabajo, etc., es algo que no está presente en mi vida. Aunque algo que sí recuerdo son los cumples de los más allegados.
Gracias a estas celebraciones, y a pesar del estilo de vida tan rápido y ajetreado que llevamos, hay varios días durante el año que tenemos una excusa perfecta para darle a nuestros seres queridos un buen detalle y un… te quiero.
Por eso no me extrañe cuando hoy jueves me dicen que es el día del hombre pero, si me sorprendí de que hubiera uno… no tenía ni idea!!!
Y entonces me pongo a pensar en los hombres de mi vida… y no puedo evitar pensar en el primer amor de mi vida, mi padre, pero más aún, sentirme agradecida por su legado, su grandiosa herencia, esa maravillosa actitud de positivismo y alegría.
Pensar en lo especial y cariñoso que fue (la verdad fuí una mujer afortunada en recibir mucho amor de mi padre), no me hace olvidar que no siempre es así, muchas veces nos separan distancias físicas o emocionales de nuestros seres queridos, esas personas que crecieron junto a nosotros, esos llamados FAMILIA.
Por eso los invito a reflexionar sobre esas personas que estuvieron a nuestro lado, al acercamiento, al perdón, pero sobre todo al amor incondicional que, como seres humanos debemos dar.
Felicidades a esos hombres maravillosos, padres, hermanos, esposos, hijos, amigos… esos hombres que nos hacen querer ser mejor mujer día a día.
A ti querido padre, mi primer amor… TE AMO.