Sigo haciendo énfasis en la importancia de nuestra imagen personal, en lo valiosa e indispensable que es en cada momento de nuestra vida.

Hoy les traigo un tema que me parece muy importante en el ámbito empresarial: como liderar con nuestra imagen!

Las mujeres tenemos una larga historia de superación.

Desde el inicio de la humanidad las mujeres hemos venido luchando en silencio por nuestra identidad, por el reconocimiento, por nuestra independencia o simplemente por el hecho de poder decidir sobre nosotras mismas, sobre nuestra vida y sobre nuestro propio cuerpo.

Y, aunque la humanidad tiene miles y miles de años de existencia, nuestra historia ha sido casi invisible, solo hasta el año 1791 fueron reconocidos nuestros derechos públicamente con la “Declaración de los derechos de la mujer”. Declaración que en muchos aspectos y países solo representa un simple papel escrito.

Gracias al feminismo y a esa lucha silenciosa que libraron varias mujeres, se puede decir que hemos conseguido algunos logros o pasos en el largo camino de nuestro reconocimiento.

Hemos podido disfrutar de nuestra inserción en el mundo laboral, pero todavía nos queda uno de tantos caminos por recorrer: llegar a la igualdad de salario, camino que iremos conquistando con seguridad.

Entonces, mi pregunta es: si ha sido una lucha milenaria, un camino largo y silencioso para conseguir nuestro sitio en la sociedad, ser respetadas y valoradas como mujeres a nivel social y profesional, porque no cuidamos nuestra imagen como debe de ser, usándola como una herramienta para liderar con impacto???

Ser líder no es un cargo, ser líder es un estilo de vida que algunos decidimos adoptar, pero cuando tomamos esta decisión de vida debemos aceptar el compromiso que esto conlleva.

Muchas mujeres al llegar a cargos directivos, cargos que normalmente eran ocupados por hombres, adoptan una posición fuerte de mando, dicho en palabras más directas, se masculinizan, pierden la feminidad en el trato, en la forma de comunicarse, de actuar y por su puesto de vestir, y no se dan cuenta que, precisamente es el elemento femenino el que tiene un poder tangible: nuestra inteligencia emocional, nuestra sensibilidad, la capacidad que tenemos de adaptación, la practicidad a la hora de resolver problemas con dinamismo y precisión, y, si acompañamos todo esto con una imagen impecable, limpia, sencilla, con buen gusto a la hora de elegir nuestras prendas y complementos, entonces mis queridas lectoras, el resultado es invaluable.

Aquí les doy unos consejos que, para mi opinión, son definitivos a la hora de liderar y de convertir nuestra imagen en algo positivo y receptivo.

Una actitud positiva nos permite anclar relaciones con nuestros empleados o compañeros de trabajo.

La puntualidad y seriedad en el día a día nos permite crear una historia de compromiso y credibilidad.

El aseo personal y asertividad al escoger las prendas nos lleva a ser ejemplo a seguir de imagen, con clase y distinción, recordemos que esta es nuestra carta de presentación.

Saber controlar y manejar nuestras emociones nos proyecta como mujeres equilibradas, centradas y con tenacidad en lo que hacemos.

Tener equilibrio en nuestro hogar, nos proyecta como mujeres organizadas y creativas.

Ser directas y asertivas en nuestra comunicación nos ayuda a generar confianza, autoridad y liderazgo, imponiendo así un grado de superioridad.

Lograr un equilibrio específico entre nuestro cuerpo, nuestra personalidad y nuestras capacidades profesionales es un puente que nos asegura el éxito como líder.

El punto de vista femenino es enriquecedor para los momentos de crisis empresarial. Es un papel en la tradición femenina resolver los conflictos en la familia, las conciliaciones, el manejo del presupuesto en el hogar, etc.

Y por último, no te azotes tanto!!! Felicítate por tus logros, amate, respétate a ti misma, permanece en el sitio que te corresponde, porque ese es tu sitio, tu lugar, el que te mereces!

Feliz fin de semana!!!

«Siempre que pienses que tus capacidades, conocimientos y experiencia están en buen nivel profesional, pregúntate si tu imagen refleja ese profesionalismo y experiencia».